jueves, 24 de febrero de 2011

¡31 años, y esa cara de niña! (y un barril de amontillado)


Foto y diseño: Carlos Arráez

Tenemos una Biblioteca jovencísima (que 31 tacos no son nada), y se nos ha puesto interesante. Que si libro electrónico, que si los aparatos lectores que envían del Ministerio (y allá películas, que dicen en Madrí), y coincidiendo con el 'cumple', al intrépido personal, con su intrépida directora a la cabeza, se les ha ocurrido poner en marcha el préstamo a domicilio de estos últimos (los lectores electrónicos).  

Como anunciamos ayer, se pone en marcha el taller-piloto, de uno de los libros disponibles en formato electrónico (cada aparato tiene en memoria unos ciento y pico). Unos pocos lectores (personas, no aparatos) están citados para leer "El barril de amontillado", del siempre apasionante E. A. Poe. Muchos lo hemos leído, en edición de papel, así que será interesante ver las diferencias de percepción, de interés, la mayor o menor dificultad que supone sumergirse en este entorno tan nuevo. Para este experimento hemos quedado el día 23 de  marzo. Habrá taller de lectura, cómo no, pero también intercambio de "impresiones electrolectoras". Los componentes del primer taller han sido debidamente avisados y citados. El resto, paciencia, o sigan leyendo.

Habrá más talleres, y más estudios de campo. Si alguien tiene un especial interés en convertirse en sujeto de laboratorio (es bromaaa), puede enviar su propuesta a: amigosBPV@gmail.com

Además, hoy salían al préstamo el conjunto de lectores para los lectores de la Biblioteca. Deseamos que se hayan colmado las espectativas, que serán bastantes. Podéis encontrar más información, como la lista de aparatos disponibles, o el listado de títulos que contiene cada uno de ellos, en: 



1 comentario:

  1. Puede que no sea el 23 de marzo lo de los cuentos de Poe. Tal vez sea el siguiente miércoles, 30. Una vez confirmado, se notificará. Por cierto que este taller es independiente de los habituales del mes, que en caso de marzo (día 28), se dedicará a la novela de Pombo.

    Siempre con prisas, no hay manera de acertar a la primera.

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